Línea de investigación

MEMORIA, EXPERIENCIA Y CREENCIA

 

La línea constituye un espacio que desde las diversidades epistemológicas, teóricas, metodológicas, estratégicas y tecnológicas de los estudios sociales interroga a la memoria en tanto dimensión (creída, experienciada o vivenciada) y dominio (asunto de sabiduría u objeto de conocimiento) del mundo social. La línea no entiende a la memoria como una cosa evidente, obvia o supuesta del mundo social que opera o funciona del mismo modo y con las mismas pretensiones o finalidades, tal como lo asumen tantos lugares comunes en la actualidad, sino que su naturaleza psicosocial, cultural, estética, ética y política debe ser discernida desde las relaciones, los procesos y los modos como transcurre la vida social en contextos específicos, en el discurrir de unas prácticas sociales concretas. Es allí, en las prácticas sociales, donde se puede discutir lejos de afirmaciones generales o de imperativos abstractos cuestiones como el recuerdo y el olvido, la verdad, la justicia y la reparación o la rememoración y la conmemoración. Precisamente esta preocupación por el espíritu del recuerdo y el olvido en tanto realización de unas relaciones psico-eco-socio-antropo-políticamente generadas en capacidad de modelar el mundo social y de participar en la construcción de los propios fenómenos sociales, permite establecer continuidades y discontinuidades entre los estudios sociales de la memoria y otros ámbitos cercanos, como la historia, la sociología, la antropología, la filosofía y los estudios culturales, en los cuales la memoria (social, cultural, histórica o política) es más un instrumento o un medio para la explicación o la comprensión de otros fenómenos que no se consideran sean el resultado en sí mismos de los modos del recuerdo y el olvido.

 

Énfasis en memoria, mítica y mitología

La memoria en este énfasis se entiende como memoria bruta. El término se toma de la acepción que le diera la psicología francesa a finales del siglo XIX, un correlato de la memoria involuntaria o de la memoria pura (Dugas, Bergson y Proust). Este énfasis le apuesta a la memoria en su forma primaria, es decir, esa que irrumpe allí donde las cosas se separan de las palabras dejando a la deriva unas imágenes errantes, la cual solo puede ser esclarecida con los recursos propios de la mítica misma o, si se quiere, con la última supervivencia de la mítica en el mundo histórico: el arte. Se trata de una memoria que toma forma en ese recorrido donde unos acontecimientos históricos atados a unas condiciones materiales y simbólicas concretas adquieren la forma de imágenes que transitan miméticamente por distintos órdenes espaciales y temporales en el tiempo naturalizando las existencias y, en ciertas circunstancias, bestializando o barbarizando el mundo social al punto de entronizar la violencia. La memoria bruta  en este sentido no es un modo de recordar u olvidar un fenómeno sucedido o en suceso, sino de producir y reproducir un fenómeno en medio del conjunto de relaciones que hacen posible el recuerdo y el olvido.

 

Énfasis historia, memoria social y cultural

Los "nuevos" estudios de la historia social y cultural involucran una apertura hacia otras disciplinas y discursosque se han entrelazado en procura de abordar campos de interpretación y explicación diferentes a los tradicionales. Estos giros conllevan a un diálogo – discusión – referenciación – separación entre los estudios de la historia y los estudios de la memoria. Historia y memoria establecen puntos de encuentro y separación que configuran campos discursivos y tensiones a la que son sometidos distintos tipos de fenómenos sociales, políticos y culturales.  No se trata de una discusión puramente epistémica sino de una relación de carácter holístico que supera las barreras de las disciplinas para realizar aproximaciones espacio temporales en donde se ubica lo físico, lo contextual, lo temporal y lo subjetivo, como parte de las profundizaciones investigativas en torno a problemas presentes, inmediatos y pre – presentes, es decir, aquellas del pasado, post pasado y pre– pasado de un colectivo.